En un entorno donde la sostenibilidad se ha vuelto una exigencia del mercado, la energía solar dejó de ser una alternativa para convertirse una herramienta indispensable para mejorar la competitividad. Sectores con alto consumo energético —como la agroindustria, la minería o la manufactura— encuentran en la energía solar distribuida una solución con beneficios económicos, operativos y reputacionales.
Un retorno de inversión atractivo
Uno de los principales motivos para invertir en energía solar es su retorno económico. Bien estructurados, los proyectos fotovoltaicos pueden recuperar su inversión en plazos cortos, de pocos años, teniendo en cuenta factores como:
- El perfil del consumo
- La tarifa eléctrica actual
- Producción solar
- El financiamiento
Además, los sistemas de energía solar tienen una vida útil de al menos 20 años y requieren muy bajos costos operativos y de mantenimiento. Frente a otras inversiones, esta combinación de recuperación rápida y bajo mantenimiento representa una oportunidad competitiva.
Eficiencia técnica comprobada
Desde el punto de vista técnico, la energía solar ofrece alta confiabilidad. Los módulos fotovoltaicos suelen degradarse menos del 0.7% anual, lo que garantiza un rendimiento sostenido. El costo nivelado de energía (LCOE) suele estar por debajo de las tarifas eléctricas convencionales, lo que refuerza su viabilidad a largo plazo.
Por otro lado, los contratos PPA permiten establecer precios fijos, lo que da previsibilidad y estabilidad en el costo del suministro eléctrico.
Más que ahorro: estrategia y sostenibilidad
Contar con energía solar es una decisión estratégica que permite:
- Prever costos energéticos
- Reducir riesgos ante deficiencias del sistema eléctrico actual
Además, fortalece el perfil ESG de la empresa, facilita el acceso a financiamiento verde y cumple con requisitos ambientales exigidos por clientes, licitaciones o exportaciones.
Valor agregado para la producción
Integrar fuentes renovables, como la energía solar, en los procesos productivos permite a las empresas ofrecer bienes y servicios con un menor impacto ambiental, lo que incrementa su atractivo en mercados sensibles a criterios de sostenibilidad.
Este tipo de iniciativas permite certificar procesos bajos en emisiones y responde a exigencias de clientes que priorizan cadenas de suministro responsables. En sectores como alimentos, exportaciones o manufactura, contar con una producción respaldada por energía limpia puede ser un diferenciador importante.
ESCO o EPC: ¿Qué modelo es el correcto para tu empresa?
Al momento de implementar un sistema de energía solar, surge una decisión crítica: ¿Invertir directamente (EPC) o firmar un contrato de compra de energía solar sin inversión inicial (ESCO)?
Modelos de implementación: EPC vs ESCO
- EPC (Engineering, Procurement and Construction): Es una solución en la que el cliente adquiere directamente la central fotovoltaica, convirtiéndose en propietario del activo. El proveedor solar se encarga del diseño, la construcción y la entrega del sistema completamente operativo.»
- ESCO (Energy Service Company): Una empresa externa (la ESCO) financia, instala, opera y mantiene el sistema solar en el sitio del cliente. A cambio, el cliente firma un contrato a largo plazo (PPA) para comprar la energía generada a un precio competitivo.
¿Qué considerar al elegir un modelo?
1.- Perfil financiero de la empresa
- EPC: Requiere CAPEX inicial, pero genera mayores retornos a largo plazo. Ideal para empresas con caja disponible o acceso a financiamiento.
- ESCO: permite ahorro energético sin afectar el flujo de caja ni asumir deuda. Atractivo para empresas que priorizan el OPEX y desean evitar inversiones en activos no core.
2.- Costo Nivelado de Energía (LCOE)
- El LCOE compara el costo total de producir un kWh solar durante la vida útil del sistema (capex, opex, mantenimiento, degradación) con el precio actual de la red.
- En un modelo EPC, el LCOE es usualmente más bajo.
- En ESCO, el cliente paga una tarifa fija por kWh, que debe ser inferior a su tarifa actual de red para generar ahorro.
Estabilidad y cobertura ante riesgos
Contratos PPA en modelos ESCO permiten fijar un precio por kWh por 10 a 20 años, blindando a la empresa contra alzas tarifarias. En EPC, la empresa tiene total independencia y aprovecha al 100% la producción solar, pero también asume todos los riesgos operativos.
Ambos modelos mejoran el perfil ESG y permiten certificar reducción de emisiones, algo cada vez más exigido por mercados, licitaciones y clientes internacionales.
¿Qué recomendamos en Novum Solar?
Si tu empresa puede financiar el proyecto y busca mayor rentabilidad y control, el modelo EPC es el camino ideal. Es importante que las empresas puedan aterrizar si dentro de su core de negocio, existe la viabilidad de tener control técnico y operativo de la central, ya que el diseño, construcción y operación de una central solar requiere de experiencia técnica, conocimiento y capacidad rápida de respuesta.
Si tu empresa prefiere externalizar la inversión y operación, el modelo ESCO con PPA te permitirá beneficiarte de energía solar desde el primer día, sin CAPEX.
En ambos casos, el impacto en la competitividad es inmediato:
- Reducción de costos energéticos
- Mejora del perfil financiero y ambiental
- Sostenibilidad integrada al modelo de negocio
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En Novum Solar realizamos modelaciones financieras comparativas y análisis de viabilidad técnica para ayudarte a tomar una decisión informada y rentable. Contáctanos y transforma tu consumo energético en una ventaja competitiva real.